(…) no sé qué hay en ti que se abre
y se cierra; sólo algo que hay en mí entiende
que la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas
nadie, ni siquiera la lluvia, tiene manos tan pequeñas
(…) no sé qué hay en ti que se abre
y se cierra; sólo algo que hay en mí entiende
que la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas
nadie, ni siquiera la lluvia, tiene manos tan pequeñas