Al Himalaya no se vuelve. Cuando has venido aquí por primera vez, el se queda contigo para siempre. Habita en ti como una costumbre, quizás como un virus, siempre como una necesidad. Puedes escapar a ratos, hacia casa, pero el resto del tiempo tú le perteneces.
P.D. Parte de la historia y legado de Iñaki de Ochoa puede verse en este reportaje.
Las creencias son lo que separa a las personas. La duda es lo que las une.
(…) el miedo del hombre…
ha inventado todos los cuentos (…)
La civilización no tiene la menor necesidad de nobleza ni de heroísmo. Estas cosas son síntomas de incapacidad política.
Las buenas obras jamás descansan; pasan de unos espíritus a otros, reposando un momento en cada uno de ellos, para restaurarse y recobrar sus fuerzas.
¿Acaso el aire no nos sigue hablando? ¿Y el mar, la lluvia, no tienen muchas voces? ¿Cuántas palabras aún desconocidas guardan en sus silencios?
(…) Tan sólo seremos libres
cuando no haya más que perder (…)
P.D. Estos versos pertenecen a la canción Sharabbey Road, de Vetusta Morla.
Cuanto más difícil es el conflicto, más glorioso es el triunfo. Lo que conseguimos muy barato, lo estimamos muy ligeramente; sólo el aprecio da a todo su valor. Me gusta el hombre que puede sonreír en los problemas, que puede reunir fuerza del sufrimiento y crecer.
(…) Y, al final, el amor que recibes
es igual que el amor que haces (…)
La mayor minusvalía es frenar los propios sentimientos.
En la vida se te permite tener miedo, lo que no se te permite es ser cobarde.
P.D. Gracias a Álex Llanes por su colaboración.
La tontería es infinitamente más fascinante que la inteligencia. La inteligencia tiene sus límites, la tontería no.